La duración de la sesión es de 50 minutos
¿Cómo surge el psicoanálisis?
Antes del psicoanálisis, la medicina occidental del siglo XVIII se centraba casi exclusivamente en las enfermedades orgánicas. Todo lo que no pudiera rastrearse en un órgano enfermo quedaba fuera del campo médico. Por eso, cuando una persona, con mayor frecuencia mujeres, presentaba síntomas como parálisis, dolores crónicos, dificultades sexuales o alteraciones sensoriales sin causa física detectable, se apelaba rápidamente a una explicación: “histeria”, el famoso diagnóstico atribuido injustamente al útero.
Tiempo después, Sigmund Freud comenzó a escuchar a esas pacientes histéricas. En sus encuentros clínicos descubrió que los síntomas no eran caprichos corporales ni fallas anatómicas, sino expresiones de conflictos afectivos que no encontraban otra vía para hacerse oír. Aún más revelador, observó que lo mismo podía sucederles a los hombres, lo cual desmontó el mito de la histeria como mal exclusivamente femenino.
A partir de esta revolución clínica, Freud desarrolló el método psicoanalítico. Su apuesta central: que el sufrimiento psíquico puede transformarse cuando el sujeto habla libremente, sin censura, mientras un analista lo acompaña en la escucha. Ese camino de palabras permite que deseos, recuerdos y experiencias que permanecían fuera de la conciencia encuentren una forma de decirse y, con ello, de aliviar la tensión que antes solo encontraba salida en el cuerpo.
02/12/2025