Buenas noches, Nos ha llamado la profe de mi hija de 7 años para decirnos que en el colegio y de f

Buen día.
Desde mi punto de vista y con el poco contexto consideraría lo siguiente: 1-La estimulación es algo normal en los niños, por lo cual no alarmarse; 2-Conversar con ella, explicarle de acuerdo a su edad (sobre sexualidad, que hay espacios, lugares, etc.); 3-Incluso, ¿por qué no? conversar con el profesor para que haya sincronía en la manera en cómo has decidido abordar la situación cuando se presente la conducta (no hablo de regaño); 4-Observar si en otros contextos/lugares/situaciones pasa para ir re-dirigiendo la conducta; 5-Poder charlarlo con un especialista para descartar "comportamientos claves" que apunten a algo que haya que abordar desde otra perspectiva. Saludos

Hola
Por favor no se alarme y mucho menos castigue a su hija, busque una cita con la psicóloga o pedagoga de la escuela y si ya conoce a su hija va a ser enriquecedor el resultado, si no elija a un terapeuta
Sería de mucho más ayuda para mí conocer más detalles de la conducta de su hija y cómo lo ha abordado su profesor y más aún si sus compañeros ya la han observado.. ..
Gracias

Si bien la exploración del cuerpo y el descubrimiento de nuevas sensaciones es algo esperado a su edad, es importante revisar junto con un especialista (psicólogo infantil) el contexto de esta conducta: cuando la exploración del cuerpo y la estimulación distraen u obstruyen parte de su cotidiano es importante abordar la situación a fin de que no sea una conducta que afecte su desarrollo afectivo (el estigma que tal vez la escuela le está suponiendo) así como la dificultad que como padres esto les representa.

Buenas tardes, solo puedo complementar lo que te han comentado mis colegas, lo adecuado sería no reprimir o castigar por algo como ello, y lo ideal sería hacer una visita con un o una profesional especialista en la infancia (terapeuta infantil por ejemplo) para que pueda hacer una mayor evaluación de la situación.

Es importante evitar señalizaciones o actitudes que lo hagan experimentar culpa o vergüenza.
Hablen con ella, háganle saber que tocar sus genitales es normal, porque es parte de su cuerpo y lo está conociendo, pero es importante mantener esta práctica privada, hay lugares para hacerlo.
Aprovecha la oportunidad para recordarle que sus genitales sólo ella los puede tocar, o por sus padres con su consentimiento.
Observar si esta práctica la hace de manera compulsiva, incluso supliendo otras actividades; como jugar. Es muy posible que en estos casos la masturbación esté más ligada a la ansiedad.
Otro aspecto importante a considerar es la edad, generalmente (no es regla) pero la masturbacion infantil se presenta de manera regular entre los 3 y los 5 años aproximadamente. En el caso de niños mayores también puede estar asociada a la ansiedad o estrés. Le recomiendo llevarla con un psicoterapeuta infantil que pueda valorar su caso.

Hola! adicionalmente a lo que comentan mis colegas, retomar que las manifestaciones de la sexualidad no son ni buenas ni malas, sin embargo se puede canalizar esta inquietud, abordando con tu hija el tema de las conductas públicas y privadas, mismas que también la protegen de exponerse a una situación de peligro. La autoestimulación de genitales es parte de la vida, sin embargo si esto le impide disfrutar de otras áreas de su vida, será importante hacer un análisis de qué puede estar pasando y si necesita apoyo psicológico, asesoría para la escuela y los padres.

Buenas tardes, este tipo de comportamiento es completamente normal en niños de la edad que menciona, podría funcionar que se trabaje en casa, distrayendola con otro tipo de actividades que sean de su agrado. Si la conducta persiste, entonces lo recomendable es iniciar un proceso terapeutico con un profesional.
Saludos.

Seria bueno reciban psicoeducación tanto usted como su mamá para poder hablar con ella respecto a esos temas de manera abierta y ella para que vaya regulando dichas prácticas a sitios específicos, de manera que lo mas conveniente es acudir a psicoterapia, saludos.

Buscar ayuda profesional de un profesional de la salud mental de inmediato, sea un psicoterapeuta, o bien un psicoanalista. Ambas necesitan recibir ayuda. A Usted para que le facilite saber que es lo que está viviendo su hija ante esta sobre estimulación sexual, y que a su hija le permita curar la misma encontrando el especialista que es lo que le está ocurriendo para saber su origen, y que Usted pueda acompañarla en este proceso de manera sana!!

Si sorprendemos a nuestros hijos e hijas «tocándose», lo que recomiendan los expertos es no reprimirles o desaprobar su conducta, ya que para ellos y ellas se trata más de un descubrimiento de su cuerpo que, junto con otros aspectos, van conformando la sexualidad evolutiva.

En la masturbación infantil es necesario explicarles que no se trata de algo dañino o negativo y tendríamos que hacerles comprender, además, que es algo que se debe de hacer en privado, es decir, respetar los espacios comunes o lugares donde pueda haber otras personas.

Regañar o castigar no suele funcionar y puede provocar en ellos y ellas sentimientos de culpabilidad o de que están haciendo «algo malo», interfiriendo en el desarrollo normal y saludable de su sexualidad.

Además de que tengan una conversación de donde es adecuado o no tocarse porque la niña, puede no tener contexto de que eso no es socialmente aceptado, te recomiendo llevarla al medico puede tener una infección o irritación y esa sea su manera de aliviarse

Es comprensible que esta situación les preocupe, pero es importante manejarla con calma y sin regañarla o hacerla sentir avergonzada. A los 7 años, los niños pueden explorar su cuerpo sin ser completamente conscientes del contexto social. Sin embargo, si esta conducta es repetitiva y afecta su atención en clase, es necesario ayudarla a regularla.

Aquí hay algunas estrategias:

1. **Hablar con ella de forma tranquila y natural**: Explíquenle que conocer su cuerpo no es malo, pero que hay lugares privados para ello. Pueden decirle algo como: *"Nos dimos cuenta de que te mueves de cierta forma en clase. No está mal conocer tu cuerpo, pero hay momentos y lugares adecuados. En la escuela, es importante concentrarse en las actividades."*

2. **Redirigir su atención**: Puede ser útil ofrecerle estrategias alternativas cuando sienta esa necesidad, como cambiar de posición, jugar con un objeto pequeño en sus manos o usar técnicas de respiración para mejorar su autocontrol.

3. **Observar si hay algún factor emocional o físico**: A veces, esta conducta puede estar relacionada con ansiedad, aburrimiento o incluso molestias físicas (como infecciones urinarias o irritaciones). Si sospechan algo de esto, una consulta médica puede ser útil.

4. **Consultar con un especialista si la conducta persiste**: Si el comportamiento continúa y afecta su aprendizaje o socialización, hablar con un psicólogo infantil puede ayudar a comprender si hay una razón emocional detrás y cómo manejarlo de la mejor manera.

Lo importante es abordar la situación con amor, paciencia y educación, ayudándola a desarrollar un manejo saludable de su cuerpo y sus emociones.

Claro que sí. Es una situación mucho más común de lo que creen y es totalmente normal que se sientan desorientados. Lo más importante es que lo están manejando con la intención correcta: entender y guiar, no castigar.

La clave aquí no es hablar sobre el "qué" (el acto de frotarse), sino sobre el "dónde" y el "cuándo". El objetivo es enseñarle sobre la privacidad de una manera calmada y positiva.

Análisis: ¿Por Qué lo Hace en la Escuela y No en Casa?
Es muy probable que este comportamiento en la escuela no sea un acto consciente, sino una forma de autorregulación o un hábito que aparece cuando está sentada por mucho tiempo, aburrida, ansiosa o concentrada en una tarea. La silla le proporciona una estimulación que la calma o la ayuda a enfocarse, y es posible que ni siquiera se dé cuenta de que lo está haciendo. El hecho de que no lo haga en casa refuerza esta idea, ya que en casa tiene más libertad de movimiento y diferentes estímulos.

El Plan: Cómo Afrontar la Conversación
Ambos padres deben estar de acuerdo en el enfoque, pero es recomendable que uno solo de ustedes (con quien ella tenga más confianza, usualmente la madre para estos temas) tenga la conversación inicial para que no se sienta intimidada.

1. Prepara el Terreno
Elige un momento tranquilo y privado: No justo después de la llamada del colegio. Puede ser durante un paseo, antes de dormir, o en un momento relajado del fin de semana.

Mantén la calma absoluta: Tu lenguaje corporal y tono de voz son cruciales. Si estás nerviosa, ella lo notará y se pondrá a la defensiva.

2. El Guion: Qué Decir Exactamente
Inicia la conversación de manera general y amorosa. No empieces con "La profesora nos llamó...".

Paso 1: Abrir el tema con naturalidad.

"Cariño, quiero hablar contigo de algo importante sobre crecer y nuestro cuerpo. Tu cuerpo es tuyo y es maravilloso, y es normal sentir curiosidad y descubrir sensaciones que nos hacen sentir bien. Eso es algo totalmente normal."

Paso 2: Introducir el concepto de privacidad (la regla de oro).

"Hay cosas que son privadas. Igual que cuando vamos al baño cerramos la puerta, o cuando nos cambiamos de ropa lo hacemos en nuestro cuarto. Tocar nuestro cuerpo de esa manera especial que se siente bien, también es algo privado."

Paso 3: Conectar la idea con la situación del colegio de forma suave.

"La profesora nos contó que a veces, cuando estás en tu silla, te mueves de una forma que es una de esas cosas privadas. A lo mejor ni te das cuenta, ¿verdad? A veces el cuerpo lo hace solito cuando estamos aburridos o pensando."

Paso 4: Establecer el límite claro, sin regañar.

"Lo importante que tienes que saber es que esas acciones y caricias son solo para cuando estás en un lugar privado, como en tu cuarto a solas. La escuela, el salón o la sala de la casa son lugares públicos. Así que, si te das cuenta de que lo estás haciendo en la escuela, solo tienes que recordarte a ti misma: 'Ah, esto es para después, en mi cuarto'."

Paso 5: Ofrecer apoyo y cerrar positivamente.

"Esto no es nada malo, ¿de acuerdo? Es parte de crecer. Solo estamos aprendiendo juntos dónde y cuándo hacer las cosas. Te quiero muchísimo y siempre puedes hablar conmigo de lo que sea."

Pasos Siguientes Después de la Conversación
Hablen con la profesora: Agradézcanle su discreción y díganle que ya han hablado con su hija sobre el tema de la privacidad. Propónganle una señal no verbal si vuelve a ocurrir. Por ejemplo, la profesora puede acercarse y tocarle suavemente el hombro o ponerle una nota en el escritorio. Esto evita la vergüenza pública y le sirve a tu hija como un recordatorio amable.

Descarten causas físicas: Asegúrense de que no tenga alguna irritación, infección urinaria, o que la ropa interior o los pantalones no le estén causando alguna molestia que la lleve a frotarse.

Observen el contexto: ¿Hay alguna nueva fuente de estrés o ansiedad para ella en la escuela? A veces, estos comportamientos son una válvula de escape para la ansiedad.

Recuerden, no están solos en esto. Su enfoque tranquilo y educativo es la mejor herramienta para guiar a su hija a través de esta etapa normal de su desarrollo. Lo están haciendo muy bien al buscar la mejor forma de apoyarla.