Vivo con un hombre de 59 años el cual a nuestros inicios me contó determinadas cosas de su pasado se

Tu reacción no es inmadura; es una señal de que tus valores personales y tus límites emocionales han sido cruzados. Es completamente válido sentir incomodidad o rechazo ante ciertos relatos del pasado, especialmente cuando tocan temas sensibles como relaciones entre familiares cercanos, que además suelen tener implicaciones éticas y culturales importantes. La forma en que él lo narró —como una anécdota sin sensibilidad hacia cómo podrías sentirte— también puede mostrar una falta de empatía o criterio emocional en la comunicación de pareja.

En una relación sana, hablar del pasado debe hacerse con cuidado y respeto, considerando el impacto que esa información puede tener en la otra persona. No es que uno deba ocultar su historia, pero sí es clave saber cómo y cuándo compartir ciertos aspectos, y sobre todo, cómo acompañar emocionalmente a la pareja si hay reacciones intensas.

Si esta situación te genera tanta rabia y evita que te sientas cómoda, es importante que explores con un terapeuta tus límites personales y valores, y si esta relación los respeta o no.

Tu reacción es completamente comprensible y válida. Cada persona tiene límites y valores distintos sobre qué compartir y qué guardar, especialmente cuando se trata de temas tan íntimos y delicados. Que él vea esas experiencias como anécdotas no significa que tú debas aceptarlo ni que eso minimice cómo te hace sentir. En una relación saludable, el respeto y la sensibilidad hacia lo que le duele o incomoda al otro es fundamental.

Para manejar esta situación, una herramienta útil es expresar claramente tus límites emocionales con calma y sin confrontación: por ejemplo, decirle “Entiendo que es parte de tu pasado, pero para mí es importante que cuidemos lo que compartimos porque me afecta y dificulta la convivencia”. Si sientes que esta diferencia te causa mucho malestar y dificulta tu bienestar, te invito a buscar acompañamiento terapéutico para explorar cómo poner límites sanos y fortalecer tu autoestima dentro de la relación. Esto no es inmadurez, es cuidar de ti misma.

No,no es inmadurez de tu parte. Lo que describes es completamente válido y refleja un límite personal que él cruzó sin considerar cómo te afectaría. Él está equivocado en cómo manejó su "compartir"
No es normal que una pareja te cuente detalles explícitos de sus experiencias sexuales pasadas, mucho menos con familiares. Eso no es "sinceridad", es falta de tacto y respeto. Contar anécdotas sexuales con primas hermanas (y encima describir reacciones físicas) es inapropiado e incestuoso, independientemente de la cultura o contexto. No es algo que se comparta con una pareja actual, a menos que haya un consentimiento explícito
Él lo ve como algo gracioso o casual, pero para ti es algo que te genera asco, incomodidad y hasta inseguridad. Eso demuestra que no empatiza con tus sentimientos.
Tienes todo el derecho a sentirte así, No es "celos" ni "inseguridad": es repulsión natural hacia algo que social y moralmente está fuera de lo común (relaciones incestuosas, aunque sean consensuadas).Si evitas reuniones familiares donde está una de esas primas, es porque te incomoda la energía de saber que él tuvo intimidad con alguien que sigue en su vida. Eso es autocuidado, no exageración.
¿Qué puedes hacer?
Habla claro con él: "Me incomoda que hayas compartido esos detalles de tu pasado. No necesito saber con quién estuviste ni cómo fue. Prefiero enfocarnos en nuestro presente". Si se defiende o ridiculiza tus sentimientos, ahí tienes tu respuesta: no le importa tu bienestar emocional.
Ponte límites: Si no quieres ver a sus primas en reuniones, no vayas. No forces una convivencia que te da ansiedad.Si vuelve a sacar temas sexuales incómodos, corta la conversación: "No quiero hablar de eso".
Reflexiona sobre la relación:¿Qué otras cosas te ha contado o hecho que te generan dudas sobre su carácter? ¿Realmente quieres estar con alguien que normaliza conductas que a ti te parecen inmorales?
Tú no erés el problema. Él fue irrespetuoso al compartir información innecesaria y perturbadora. No es "tu sensibilidad": es su falta de criterio. Una persona madura y respetuosa no presume de experiencias incestuosas con su pareja actual.Confía en tu instinto. Si esto te hace cuestionarte la relación, es por algo.¿Has notado otras actitudes en él que te hagan dudar de su madurez o moralidad? Esto podría ser solo la punta del iceberg.

Hola. Por supuesto que lo que hizo tu pareja es inmoral, es un incesto, además de llegar a contártelo como una anécdota de su pasado, es no tener consciencia de lo que realizó. La pregunta es cómo lo has enfrentado... ?, ahora que lo sabes que piensas ?, es tema para consulta psicológica, saludos.

Hola, Tu reacción no es inmadura; es completamente válida. Lo que él compartió cruza límites emocionales y éticos, y es comprensible que te cause molestia, rechazo o confusión. No es solo el contenido de lo que dijo —tener relaciones sexuales con primas hermanas— sino la forma despreocupada en que lo relata, sin considerar tu sentir.

Compartir detalles tan íntimos y moralmente cuestionables del pasado, sin empatía ni cuidado, puede generar una fractura en la intimidad emocional de la pareja. No es censurar el pasado, sino entender cuándo, cómo y con qué intención se habla de él.

No estás exagerando. Estás reaccionando con criterio. Si algo te genera incomodidad, merece ser escuchado y respetado. Puedes expresar tus límites sin culpa. El respeto emocional se construye, no se exige.

Gracias por compartir esto con tanta honestidad. Tus emociones son completamente válidas: sentir confusión, molestia o incomodidad ante lo que te contó tu pareja no es inmaduro, sino una señal de que algo en la forma en que fue compartido no resonó bien contigo.

El pasado de una persona puede generar diversas reacciones, y es importante reconocer cómo nos afecta, sobre todo cuando toca temas sensibles o se relata sin cuidado por el impacto emocional del otro. También es válido cuestionar los límites de lo que se comparte y cómo se comparte dentro de una relación.

Lo que estás sintiendo merece ser explorado con cuidado y sin juicios. Un proceso terapéutico podría ayudarte a entender mejor tus emociones, tus límites y cómo comunicarte desde un lugar más claro y seguro dentro de la relación.

Si en algún momento decides iniciar ese camino, aquí estoy para acompañarte con respeto y escucha.

No es inmadurez estimable paciente, sino una cuestion de principios de conducta que no coinciden con su calidad moral.
Decida seguir su calidad como persona con principios éticos para tomar desiciones sanas y correctas.

Tus emociones están señalando algo que te esta incomodando y eso muy importante. Tú ya no te sientes tranquila y tu cuerpo está reaccionando: evita, se protege, se defiende. Por lo que mencionas, toca tus valores, tus límites y tu manera de concebir el amor, la intimidad y las relaciones.
Lo que parece que esta ocurriendo es un choque de valores. Tú ves eso como algo que cruza una línea ética. Él, al parecer, lo cuenta sin conflicto moral. Ahí ya hay un desfase importante en el sistema de creencias de ambos.
¿Qué podrías preguntarte (sin juzgarte)?
- ¿Qué fue exactamente lo que más me dolió o perturbó: que lo hiciera, que lo contara, que lo narrara con ese tono?
- ¿Hay algo que rompió para mí después de eso, algo que cambió en cómo lo veo?
- ¿Puedo imaginar un futuro saludable con él si este tipo de diferencias éticas/morales se repiten?

Si me lo permites con total cuidado: hablar de esto con un/a terapeuta también puede ser muy liberador y aclarador.

Gracias por compartir tu vivencia tan abierta y honestamente. Lo que estás sintiendo no es inmadurez; al contrario, estás reaccionando desde tus valores, tu sensibilidad y lo que para ti significa el respeto dentro de una relación. Tus emociones como el horror, la rabia o el rechazo son válidas, y merecen ser escuchadas sin juzgarlas ni minimizarlas.

Cada persona tiene un pasado, sí, pero cómo se lo comparte a la pareja actual y con qué intención lo hace, tiene un gran impacto. En este caso, que él te haya contado relaciones sexuales con tres primas hermanas —especialmente de forma anecdótica o incluso jactanciosa— puede percibirse como una falta de sensibilidad hacia ti. No es solo el contenido del relato lo que molesta, sino la forma y el momento. Si tú lo viviste como inmoral, invasivo o desconectado de la relación actual, eso es completamente comprensible.

Por otro lado, evitar reuniones familiares por incomodidad o rabia también indica que esta situación no se ha resuelto emocionalmente para ti, y que tal vez no te sientes del todo cuidada o respetada por tu pareja en este aspecto. Eso no es inmadurez, es una señal de que hay algo que te duele, que no ha sido elaborado, y que probablemente necesita ser hablado más profundamente.

El error no está en haber tenido un pasado, sino en cómo se comparte ese pasado con la pareja actual, y qué efecto tiene en la relación. La intimidad también se trata de cuidar al otro, de saber cuándo y cómo decir ciertas cosas. Y si algo te impactó o te hirió, es sano poder hablarlo con tu pareja desde la necesidad de ser entendida, no desde la acusación, sino desde el deseo de proteger la relación.

Gracias por compartir algo tan íntimo y complejo. Lo que estás sintiendo es completamente válido. Cuando estamos en una relación, especialmente si hay amor y compromiso, esperamos sentirnos cuidadas, respetadas y emocionalmente seguras, también en lo que se comparte del pasado.

Hablar del pasado sexual no es, en sí mismo, algo negativo —puede incluso fortalecer la confianza—, pero la forma, el contenido y el momento en que se comparte sí pueden generar impacto emocional, especialmente cuando lo relatado va en contra de los valores personales de la otra persona, como en tu caso.

Que algo del pasado te cause incomodidad o dolor no te hace inmadura. Al contrario, muestra que tienes un sistema de valores claro y que reconoces lo que te hace bien y lo que no. Sentir rabia, incomodidad o evitar ciertas situaciones es una señal de que algo necesita ser atendido y conversado, no una falla personal.

En una relación sana, los límites se construyen en conjunto, y es fundamental que ambas partes comprendan que no todo se debe decir si eso va a dañar a la otra persona. La comunicación no es solo decir todo lo que uno piensa, sino también saber cuándo, cómo y por qué lo decimos. El respeto mutuo implica cuidar al otro también en lo emocional.

Buscar acompañamiento terapéutico puede ayudarte a encontrar claridad, y sobre todo, bienestar contigo misma.

Recuerda: los límites no son debilidades, son expresiones de amor propio.