Hola! Tengo una duda sobre a qué especialista acercarme. Tengo problemas de erección; las tengo pero

Hola. Quizá podrías acercarte primero a un médico para descartar alguna condición que pudiera estar afectando tu respuesta, además de la falta de apetito. En caso contrario hay algunas opciones que quizá puedas considerar. Bien podrías acudir a una consulta con un/a sexólogo/a, que tratan las disfunciones en la respuesta sexual. Por otra parte, también podrías acudir con un/a psicoterapeuta, pues muchas ocasiones las disfunciones sexuales tienen que ver con otros elementos de tu mente, como situaciones que te puedan generar ansiedad, o algo que afecte tu ánimo y también genere que no tengas tanto apetito, o con las ideas que puedas tener sobre las relaciones sexuales, que pueden afectar tu deseo y la respuesta. En ese sentido, la psicoterapia también te ayudaría a explorar si puede haber algo que esté afectando tu respuesta. Además, siempre hay que considerar factores como la edad y los hábitos. Saludos.

Buenas tardes, dado que siempre (lo primero) es descartar un daño orgánico, mi recomendación sería que tomes tu decisión analizando el siguiente punto:
Tu edad y antecedentes de salud.- Si en estos momentos te encuentras saludable es decir, te has examinado médicamente y no presentas una enfermedad crónica ni de otro tipo, no consumes medicamentos ni suplementos y, además, tienes entre 15 y los 45 años de edad, entonces deberías considerar una valoración psicosexual. Esta valoración implica la exploración psicológica de las posibles causas de la disfunción eréctil y podrá ayudarte a generar conclusiones que te orientarán a trazar los siguientes pasos de tu tratamiento, es decir, apoyarte en un proceso psicoterapéutico, recibir evaluación médica específica, acudir con un sexólogo, entre otras opciones.

Lo primero y más importante es acudir con un Urólogo que sería el especialista médico indicado para lo que describes. Si el médico no encuentra nada malo en ti, entonces quiere decir que tu problema es psicológico. En ese caso no dudes en acudir con un psicólogo especialista en terapia sexual.

Si estás experimentando problemas de erección y te preocupa esta situación, es recomendable que busques ayuda de un profesional de la salud especializado en salud sexual. El médico indicado para tratar los problemas de erección es un urólogo o un especialista en medicina sexual.

Un urólogo es un médico que se especializa en el diagnóstico y tratamiento de las condiciones relacionadas con el sistema urinario y los órganos reproductores masculinos, como los problemas de erección.

De igual modo, si bien los problemas de erección pueden tener causas físicas, como problemas vasculares o hormonales, también pueden estar relacionados con factores psicológicos.

Un psicólogo especializado en terapia sexual o en salud sexual puede ayudarte a explorar y abordar los aspectos psicológicos que podrían estar contribuyendo a tus dificultades con la erección. Algunos de los factores psicológicos que pueden influir en los problemas de erección incluyen el estrés, la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, las experiencias pasadas negativas o el conflicto de pareja.

A través de la terapia, un psicólogo puede ayudarte a identificar y comprender los factores subyacentes que pueden estar afectando tu función sexual. Pueden trabajar contigo para desarrollar estrategias de manejo del estrés, mejorar la comunicación en la pareja, abordar creencias o pensamientos negativos, y mejorar tu bienestar general.

Un enfoque multidisciplinario, que combine la evaluación médica y la terapia psicológica, puede ser beneficioso para abordar de manera integral los problemas de erección.

Espero haberte dado información de utilidad.

Saludos
Psi. Ale Ortega

En alcance a lo que te comentaron mis colegas e independientemente de quien sea el primer especialista que te atienda, sugiero que cuides y procures una sana alimentación, descansar apropiadamente, es decir, mínimo 8 hrs diarias (sin interrupciones o alteraciones del sueño) y tener una rutina de ejercicio. Esta última no tiene que ser necesariamente diaria o demasiado intensa; basta conque sea frecuente, por ejemplo unas 4 o hasta 3 veces por semana y de una duración aproximada de 50 min.