Otros nombres: Artroplastia de cadera con prótesis de superficie (BHR)
Reparación de la artrosis e cadera mediante implantes de superficie de un par metal-metal. En el extremo del fémur se coloca un capuchón, de forma que se aprovecha el hueso, sin tener que cortarlo. Así, se conserva la estructura ósea, se logra un diámetro de cabeza igual al original de la cabeza femoral, manteniendo la biomecánica -no como ocurre con las cabezas de 28 mm- y se reduce el riesgo de luxación. Está indicado para la gente joven y/o activa. El par metal-metal de diámetro grande provoca un desgaste mínimo, ya que produce una lubricación con el propio líquido sinovial de la cadera (por debajo de una micra anual). De este modo se obtienen superviviencias del implante superiores a los 50 años, mientras que la media de las convencionales no superan los 12 años, sobre todo en pacientes jóvenes. En cualquier caso, si en un futuro se necesitara cambiar a una convencional, el hueso estaría casi intacto. La BHR incluso permite volver a practicar actividades deportivas. Su único límite es que se requiere que el cuello y la cabeza femoral sean fuertes para poder apoyar el capuchón, por lo que no se pueden colocar en pacientes con . La cirugia tiene una rehabilitación rápida tras la intervención, empezando con ayuda al dia siguiente a deambular y siendo alta antes de 7 dias. La complicación inusual pero más frecuentemente registrada es la fractura del cuello femoral a los 6 a 12 meses tras la intervención. Puede volver a conducirse con supervisión médica tras 4 o 5 semanas, y no hay limite en la natación, pero el resto de deportes necesitan un tiempo mas largo para reiniciarlos, siempre con consejo médico. El andar favorece la rehabilitación, pero sin excesos.
Reparación de la artrosis e cadera mediante implantes de superficie de un par metal-metal. En el extremo del fémur se coloca un capuchón, de forma que se aprovecha el hueso, sin tener que cortarlo. Así, se conserva la estructura ósea, se logra un diámetro de cabeza igual al original de la cabeza femoral, manteniendo la biomecánica -no como ocurre con las cabezas de 28 mm- y se reduce el riesgo de luxación. Está indicado para la gente joven y/o activa. El par metal-metal de diámetro grande provoca un desgaste mínimo, ya que produce una lubricación con el propio líquido sinovial de la cadera (por debajo de una micra anual). De este modo se obtienen superviviencias del implante superiores a los 50 años, mientras que la media de las convencionales no superan los 12 años, sobre todo en pacientes jóvenes. En cualquier caso, si en un futuro se necesitara cambiar a una convencional, el hueso estaría casi intacto. La BHR incluso permite volver a practicar actividades deportivas. Su único límite es que se requiere que el cuello y la cabeza femoral sean fuertes para poder apoyar el capuchón, por lo que no se pueden colocar en pacientes con . La cirugia tiene una rehabilitación rápida tras la intervención, empezando con ayuda al dia siguiente a deambular y siendo alta antes de 7 dias. La complicación inusual pero más frecuentemente registrada es la fractura del cuello femoral a los 6 a 12 meses tras la intervención. Puede volver a conducirse con supervisión médica tras 4 o 5 semanas, y no hay limite en la natación, pero el resto de deportes necesitan un tiempo mas largo para reiniciarlos, siempre con consejo médico. El andar favorece la rehabilitación, pero sin excesos.
