Hola. Desde hace unos 7 años,mi esposo empezó a desarrollar un caracter muy enojado y agresivo (no f
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Hola. Desde hace unos 7 años,mi esposo empezó a desarrollar un caracter muy enojado y agresivo (no físicamente) conmigo y con mis hijas. Siempre está enojado, estalla por todo y jamás se disculpa por nada. Nosotras tenemos que dejar de hacer cosas o hacer cosas que no queremos, solo por no enojarlo. Yo fui a terapia y mis hijas dicen que fue beneficioso, pero él no quiere ir ni solo, ni en pareja. Ya estoy muy triste y desesperada. ¿Qué puedo hacer?
Gracias por compartir lo que estás viviendo. Lo que describes es una forma de violencia emocional, donde tú y tus hijas están condicionadas por el miedo a su reacción. Vivir bajo esa tensión constante es muy desgastante y no debería ser normalizado. Es importante que reconozcas que tú ya estás haciendo lo posible: buscaste apoyo en terapia, estás consciente de lo que pasa y quieres proteger a tus hijas.
Si él no quiere ir a terapia ni abrirse al diálogo, el cambio no puede venir solo de ti. Tal vez lo más urgente ahora sea centrarte en tu bienestar y en el de tus hijas: fortalecer tus límites, hablar con ellas sobre lo que están viviendo y construir una red de apoyo. También podrías explorar, con tu terapeuta, qué opciones tienes si la situación no cambia. No estás sola, y merecen vivir en un entorno emocionalmente seguro.
Si él no quiere ir a terapia ni abrirse al diálogo, el cambio no puede venir solo de ti. Tal vez lo más urgente ahora sea centrarte en tu bienestar y en el de tus hijas: fortalecer tus límites, hablar con ellas sobre lo que están viviendo y construir una red de apoyo. También podrías explorar, con tu terapeuta, qué opciones tienes si la situación no cambia. No estás sola, y merecen vivir en un entorno emocionalmente seguro.
Hola, gracias por atreverte a compartir lo que estás viviendo, entiendo lo complicado que debe de ser. Te cuento cuando alguien en casa impone su enojo como forma de controlar, el malestar emocional se vuelve parte del día a día. En estos casos, el trabajo terapéutico no se enfoca solo en la otra persona (aunque deseáramos que cambie), sino en lo que tú sí puedes hacer: poner límites sin culpa, recuperar tu voz y encontrar claridad para tomar decisiones que te ayuden a salir de ese estado de tristeza y desesperanza.
No estás sola. Hay caminos que se pueden construir, incluso cuando el otro no quiere hacerlo contigo. Te acompaño a descubrir qué pasos puedes dar desde donde estás hoy, cuidando tu salud emocional y la de tus hijas.
No estás sola. Hay caminos que se pueden construir, incluso cuando el otro no quiere hacerlo contigo. Te acompaño a descubrir qué pasos puedes dar desde donde estás hoy, cuidando tu salud emocional y la de tus hijas.
Hola, gracias por tu confianza al compartir una situación tan delicada y dolorosa. Lo que describes no solo genera desgaste emocional, sino que también configura un ambiente de tensión constante que impacta en tu bienestar y en el de tus hijas.
Es comprensible tu tristeza y desesperación, sobre todo cuando has intentado buscar ayuda y te enfrentas a la negativa de tu esposo para participar en un proceso terapéutico. Aun así, quiero decirte algo importante: cuando una persona del sistema familiar se compromete con su propio proceso, como ya lo hiciste tú, puede generar cambios significativos, incluso si los demás no se suman de inmediato.
En terapia individual puedes seguir fortaleciendo tus límites, reconectarte contigo misma, y tomar decisiones desde un lugar más claro, firme y cuidado. No estás sola. Existen recursos para acompañarte y orientarte, incluso cuando el otro no quiere cambiar.
Es comprensible tu tristeza y desesperación, sobre todo cuando has intentado buscar ayuda y te enfrentas a la negativa de tu esposo para participar en un proceso terapéutico. Aun así, quiero decirte algo importante: cuando una persona del sistema familiar se compromete con su propio proceso, como ya lo hiciste tú, puede generar cambios significativos, incluso si los demás no se suman de inmediato.
En terapia individual puedes seguir fortaleciendo tus límites, reconectarte contigo misma, y tomar decisiones desde un lugar más claro, firme y cuidado. No estás sola. Existen recursos para acompañarte y orientarte, incluso cuando el otro no quiere cambiar.
Es difícil por lo que estás viviendo: convivir con la ira constante de tu esposo genera un ambiente tenso y doloroso, donde tu familia regula sus acciones solo para evitar estallidos emocionales. Aunque él no quiera participar en terapia, tus hijas y tú ya han dado pasos valiosos hacia el cambio.
Desde la perspectiva estructural como psicologa sistemica:
Tu sistema familiar está en desequilibrio porque la ira de él configura una jerarquía emocional rígida donde tú y tus hijas cedan constantemente. Lo que se necesita es reconstruir límites claros y roles saludables; aunque él no esté dispuesto por ahora, tú puedes empezar a reorganizar tu posición en el sistema. La terapia familiar incluso con tu participación podría ayudar a restablecer
Lo que ya está funcionando es una guía vital: el bienestar que tuviste tú y tus hijas con la terapia, y tu deseo de crecer emocionalmente. Te invito a identificar pequeños momentos de alivio o claridad, y conscientes de tu fuerza, construir pasos prácticos hacia adelante. Estos podrían incluir:
¿Cuándo te sentiste algo más tranquila? ¿Qué la facilitó?
Estoy a tus órdenes para que juntas busquemos más soluciones útiles para tu familia y para ti.
Desde la perspectiva estructural como psicologa sistemica:
Tu sistema familiar está en desequilibrio porque la ira de él configura una jerarquía emocional rígida donde tú y tus hijas cedan constantemente. Lo que se necesita es reconstruir límites claros y roles saludables; aunque él no esté dispuesto por ahora, tú puedes empezar a reorganizar tu posición en el sistema. La terapia familiar incluso con tu participación podría ayudar a restablecer
Lo que ya está funcionando es una guía vital: el bienestar que tuviste tú y tus hijas con la terapia, y tu deseo de crecer emocionalmente. Te invito a identificar pequeños momentos de alivio o claridad, y conscientes de tu fuerza, construir pasos prácticos hacia adelante. Estos podrían incluir:
¿Cuándo te sentiste algo más tranquila? ¿Qué la facilitó?
Estoy a tus órdenes para que juntas busquemos más soluciones útiles para tu familia y para ti.
Hola, gracias por abrir tu corazón y compartir algo tan delicado y doloroso. Lo que estás viviendo no es menor. Vivir en un entorno donde el enojo constante y el miedo a provocar reacciones en la otra persona se vuelve parte del día a día, puede afectar profundamente la salud emocional, tanto tuya como la de tus hijas.
Has hecho algo muy valiente al buscar apoyo para ti a través de la terapia. Eso es un paso enorme y demuestra tu fortaleza y tu deseo de cuidar a tu familia. Aunque él no quiera acudir, tú ya comenzaste a romper un ciclo. Tus hijas lo notaron y lo valoraron.
Es importante que sepas que el hecho de que él no sea violento físicamente no significa que lo que ocurre no sea violencia. El control, la intimidación, el miedo y la imposición también son formas de violencia emocional. Y nadie merece vivir con miedo en su propia casa.
Aquí hay algunas cosas que podrías considerar:
1. Fortalecer tu red de apoyo: No estás sola. Busca apoyo en personas de confianza, ya sea familia, amigas o profesionales que puedan acompañarte emocionalmente.
2. Seguir en terapia: Te puede ayudar a identificar límites claros, a cuidar tu autoestima, y a tomar decisiones con más claridad y fuerza interior.
3. Proteger el bienestar de tus hijas: Ellas también están siendo afectadas. Aunque aún sean jóvenes, merecen sentirse seguras y escuchadas. La terapia familiar o individual para ellas puede ser muy benéfica.
4. Trazar un plan a futuro: A veces, es necesario pensar en escenarios donde se priorice la paz y la estabilidad emocional. No se trata de tomar decisiones apresuradas, sino de informarte, planear y considerar todas tus opciones.
5. Recordarte que no es tu culpa: Tú no provocaste este comportamiento, y no está en tus manos “hacerlo cambiar” si él no lo desea.
Estoy aquí si quieres hablar más a fondo, si deseas que trabajemos juntos algunas estrategias, o simplemente si necesitas un espacio seguro para desahogarte.
Con mucho respeto y solidaridad,
Carlos Arroyo
Psicólogo Clínico
Céd. Prof. 11482327
Has hecho algo muy valiente al buscar apoyo para ti a través de la terapia. Eso es un paso enorme y demuestra tu fortaleza y tu deseo de cuidar a tu familia. Aunque él no quiera acudir, tú ya comenzaste a romper un ciclo. Tus hijas lo notaron y lo valoraron.
Es importante que sepas que el hecho de que él no sea violento físicamente no significa que lo que ocurre no sea violencia. El control, la intimidación, el miedo y la imposición también son formas de violencia emocional. Y nadie merece vivir con miedo en su propia casa.
Aquí hay algunas cosas que podrías considerar:
1. Fortalecer tu red de apoyo: No estás sola. Busca apoyo en personas de confianza, ya sea familia, amigas o profesionales que puedan acompañarte emocionalmente.
2. Seguir en terapia: Te puede ayudar a identificar límites claros, a cuidar tu autoestima, y a tomar decisiones con más claridad y fuerza interior.
3. Proteger el bienestar de tus hijas: Ellas también están siendo afectadas. Aunque aún sean jóvenes, merecen sentirse seguras y escuchadas. La terapia familiar o individual para ellas puede ser muy benéfica.
4. Trazar un plan a futuro: A veces, es necesario pensar en escenarios donde se priorice la paz y la estabilidad emocional. No se trata de tomar decisiones apresuradas, sino de informarte, planear y considerar todas tus opciones.
5. Recordarte que no es tu culpa: Tú no provocaste este comportamiento, y no está en tus manos “hacerlo cambiar” si él no lo desea.
Estoy aquí si quieres hablar más a fondo, si deseas que trabajemos juntos algunas estrategias, o simplemente si necesitas un espacio seguro para desahogarte.
Con mucho respeto y solidaridad,
Carlos Arroyo
Psicólogo Clínico
Céd. Prof. 11482327
Hola, gracias por abrirte con tanta sinceridad. Lo que describes es una situación dolorosa y muy desgastante emocionalmente. Vivir en un entorno donde el enojo y la agresividad emocional están presentes constantemente puede generar angustia, miedo, culpa e inseguridad, tanto en ti como en tus hijas.
Aunque no haya agresión física, la forma en que describes su actitud puede considerarse una forma de violencia psicológica, especialmente si tienen que modificar su conducta solo para evitar que él estalle. Este tipo de dinámica afecta profundamente el bienestar emocional, la autoestima y la sensación de seguridad en casa.
Has hecho algo muy valioso al buscar ayuda terapéutica, y es positivo que tus hijas reconozcan que fue beneficioso. Sin embargo, es importante recordar que no puedes obligar a alguien a cambiar si no está dispuesto, y eso también es parte del dolor.
Mi recomendación es que continúes en acompañamiento terapéutico para ti, no solo como apoyo emocional, sino para tomar decisiones con mayor claridad, fuerza y cuidado hacia ti y tus hijas. A veces, intentar “salvar la relación” deja en segundo plano la protección emocional de quienes la viven.
Nadie debería vivir con miedo a la reacción de la persona que ama.
Si lo necesitas, estoy aquí para acompañarte.
Un fuerte abrazo.
Aunque no haya agresión física, la forma en que describes su actitud puede considerarse una forma de violencia psicológica, especialmente si tienen que modificar su conducta solo para evitar que él estalle. Este tipo de dinámica afecta profundamente el bienestar emocional, la autoestima y la sensación de seguridad en casa.
Has hecho algo muy valioso al buscar ayuda terapéutica, y es positivo que tus hijas reconozcan que fue beneficioso. Sin embargo, es importante recordar que no puedes obligar a alguien a cambiar si no está dispuesto, y eso también es parte del dolor.
Mi recomendación es que continúes en acompañamiento terapéutico para ti, no solo como apoyo emocional, sino para tomar decisiones con mayor claridad, fuerza y cuidado hacia ti y tus hijas. A veces, intentar “salvar la relación” deja en segundo plano la protección emocional de quienes la viven.
Nadie debería vivir con miedo a la reacción de la persona que ama.
Si lo necesitas, estoy aquí para acompañarte.
Un fuerte abrazo.
Hola buen día. Es dificil la situación si él no quiere asistir a terapia. Existen algunas técnicas que pueden ayudarlo a estar tranquilo pero sólo es momentaneo. Como el uso de la respiración profunda , la meditación, el ejercicio físico. Pero necesariamente se requiere la terapia psicológica para que exponga la situación que lo agobia. El malestar que presenta, es resultado de experiencias negativas pasadas (infancia y adolescencia), que es muy probable que fueron emocionalmente muy profundas, como alguna pérdida familiar, bulling, maltrato, violencia familiar, entre otras que no han sido resueltas, y actualmente se manifiestan en coraje, rabia, en un estado de malestar constante. Si se le facilita puede agendar cita en línea desde la comodidad de su hogar. Estoy para servirle, saludos.
Tu situación es muy difícil y comprensible que te sientas desesperada. Lo que describes es un patrón de comportamiento controlador y emocionalmente abusivo que está afectando gravemente a toda la familia.
Es importante reconocer que:
No es normal ni saludable que toda la familia tenga que modificar su comportamiento constantemente para evitar las explosiones de una persona. Esto crea un ambiente de tensión y miedo que es especialmente dañino para las niñas.
El hecho de que nunca se disculpe ni reconozca su comportamiento indica una falta de responsabilidad emocional preocupante.
Lo que puedes hacer:
Primero, protégete a ti y a tus hijas. Establece límites claros: no está bien que les grite, las intimide o controle sus actividades. Pueden irse de la habitación cuando explote o buscar espacios seguros.
Busca apoyo profesional especializado en violencia doméstica emocional. Muchas organizaciones ofrecen asesoría gratuita y confidencial para ayudarte a evaluar tu situación y opciones. Por ejemplo: Centro de Justicia para las Mujeres. Ellos pueden darte asesoría gratuita.
Considera terapia familiar para ti y tus hijas, para procesar el impacto de esta dinámica y fortalecer su bienestar emocional.
Reflexiona seriamente sobre:
Si esta relación es sostenible a largo plazo y qué mensaje está enviando a tus hijas sobre las relaciones saludables.
Recuerda: no puedes cambiar a alguien que no quiere cambiar, pero sí puedes protegerte y tomar decisiones que prioricen tu bienestar y el de tus hijas.
Es importante reconocer que:
No es normal ni saludable que toda la familia tenga que modificar su comportamiento constantemente para evitar las explosiones de una persona. Esto crea un ambiente de tensión y miedo que es especialmente dañino para las niñas.
El hecho de que nunca se disculpe ni reconozca su comportamiento indica una falta de responsabilidad emocional preocupante.
Lo que puedes hacer:
Primero, protégete a ti y a tus hijas. Establece límites claros: no está bien que les grite, las intimide o controle sus actividades. Pueden irse de la habitación cuando explote o buscar espacios seguros.
Busca apoyo profesional especializado en violencia doméstica emocional. Muchas organizaciones ofrecen asesoría gratuita y confidencial para ayudarte a evaluar tu situación y opciones. Por ejemplo: Centro de Justicia para las Mujeres. Ellos pueden darte asesoría gratuita.
Considera terapia familiar para ti y tus hijas, para procesar el impacto de esta dinámica y fortalecer su bienestar emocional.
Reflexiona seriamente sobre:
Si esta relación es sostenible a largo plazo y qué mensaje está enviando a tus hijas sobre las relaciones saludables.
Recuerda: no puedes cambiar a alguien que no quiere cambiar, pero sí puedes protegerte y tomar decisiones que prioricen tu bienestar y el de tus hijas.
Buena noche, si la situación ya se a mantenido durante un periodo largo y no quiere resolver su conflicto su esposo, no es algo que tenga en su poder cambiar.
Más como es algo que les afecta a usted y a sus hijas, le recomiendo seguir con sus terapias hasta que usted pueda encontrar el camino y la fortaleza para tomar decisiones importantes que le den tranquilidad y pueda disfrutar de sus hijas sin temor a los cambios de humos de su esposo.
Tenga en cuenta que en usted recae también la responsabilidad de procurarles un ambiente sano y cordial. Así pues, el verlas crecer sanas a usted le brindara fortaleza.
Plantear estrategias de limites con su terapeuta y sea congruente con sus sentimientos, reconozca sus necesidades como prioridad.
Más como es algo que les afecta a usted y a sus hijas, le recomiendo seguir con sus terapias hasta que usted pueda encontrar el camino y la fortaleza para tomar decisiones importantes que le den tranquilidad y pueda disfrutar de sus hijas sin temor a los cambios de humos de su esposo.
Tenga en cuenta que en usted recae también la responsabilidad de procurarles un ambiente sano y cordial. Así pues, el verlas crecer sanas a usted le brindara fortaleza.
Plantear estrategias de limites con su terapeuta y sea congruente con sus sentimientos, reconozca sus necesidades como prioridad.
Te recomiendo que tanto tus hijas como tú sigan en terapia. Considera qué expectativas tienes sobre tu relación de pareja y hazlas valer, es decir, establece acuerdos que te permitan generar las condiciones más sanas para tí y tu familia. Si estos acuerdos no se respetan , entonces considero que hay decisiones que deberán tomar.
Hay un tena vincular Codependiente en usted que es conveniente que atienda. Contácteme, le puedo ayudar.
Atiendo presencial o en línea.
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