La ginecóloga de mi hija le recetó progyluton mi hija tiene 15 años Al momento de ir a comprar las p
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La ginecóloga de mi hija le recetó progyluton mi hija tiene 15 años Al momento de ir a comprar las pastillas en la farmacia estaba el doctor de un lado de la farmacia y me comentó que esas pastillas no son recomendables para adolescentes. qué hago pido otra opinión?. ya me dio miedo comprarlas
Hola! Me gustaría para responder esa pregunta, saber la razón por la cual se las recetó a su hija dicho medicamento. Si, coincido con la opinión del colega en relación a su uso en adolescentes. Pero desconozco el caso. Recomiendo que acuda a una segunda opinión si así lo desea. Estamos a la orden, saludos.
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Entiendo perfectamente tu miedo y tu confusión. Es una situación muy difícil cuando dos profesionales de la salud te dan opiniones opuestas, especialmente cuando se trata de la salud de tu hija.
Lo que te pasó es, lamentablemente, más común de lo que parece. Vamos a analizar la situación para que puedas tomar la mejor decisión:
1. El conflicto: El Especialista vs. El Médico de Farmacia
Lo primero y más importante que debes entender es la diferencia de contexto:
La Ginecóloga (La Especialista): Ella SÍ revisó a tu hija, habló con ustedes, conoce su historial médico, y (lo más probable) vio análisis de sangre (perfiles hormonales) y/o un ultrasonido pélvico. Su decisión de recetar Progyluton está basada en un diagnóstico completo.
El Doctor de la Farmacia: Él NO conoce a tu hija, no ha visto sus estudios, no sabe su diagnóstico y no tiene idea de por qué la especialista eligió ese tratamiento. Su opinión es general, basada solo en el nombre del medicamento y la edad de la paciente.
2. ¿Por qué el doctor de la farmacia dijo eso? (Y por qué la ginecóloga lo recetó)
El doctor de la farmacia tiene cierta razón en algo: Progyluton no es un anticonceptivo común y no es la primera opción que se le da a la mayoría de las adolescentes para un problema simple como cólicos o acné.
PERO (y esto es lo crucial): La ginecóloga de tu hija seguramente no lo recetó como un simple anticonceptivo.
Progyluton es un tipo de Terapia de Reemplazo Hormonal secuencial (estrógeno primero, luego estrógeno con progestina). Se utiliza en adolescentes en casos muy específicos que un anticonceptivo común quizás no puede tratar, tales como:
Falla Ovárica Prematura (Insuficiencia Ovárica): Si los ovarios de tu hija no están produciendo las hormonas que deberían a su edad.
Hipogonadismo (deficiencia hormonal): Cuando el cuerpo simplemente no produce suficiente estrógeno por sí solo.
Ausencias de regla muy prolongadas (Amenorrea): Para "imitar" un ciclo hormonal natural y proteger sus huesos y su útero, algo que el cuerpo no está haciendo solo.
En estos casos, Progyluton se usa para reemplazar las hormonas que faltan y ayudar a su cuerpo a funcionar correctamente, no solo para regular la regla.
Mi recomendación: ¿Qué debes hacer ahora?
Tienes miedo, y tienes todo el derecho a tenerlo. No le des un medicamento a tu hija si no te sientes segura. Pero abandonar el tratamiento indicado por la especialista basándote en un comentario al aire tampoco es la solución.
Te recomiendo hacer lo siguiente, en este orden:
Confía en la especialista, pero pide una aclaración (¡Es tu derecho!): La confianza es la base de la relación médico-paciente. Lo primero que debes hacer mañana mismo es llamar al consultorio de la ginecóloga que la trató.
Explica lo sucedido: No tienes que ser confrontativa. Simplemente explica con calma tu temor: "Doctora, buenos días. Soy la mamá de [Nombre de tu hija]. Fui a comprar el Progyluton que le recetó y un doctor en la farmacia me comentó que esas pastillas no eran recomendables para una adolescente, y la verdad, ya me dio mucho miedo. ¿Podría por favor explicarme de nuevo por qué este es el medicamento correcto para mi hija y por qué es mejor que otras opciones?".
Escucha la explicación: Una buena doctora entenderá tu miedo perfectamente y no tendrá ningún problema en explicarte (por ejemplo: "Sí, se lo receté porque sus estudios muestran que no está produciendo estrógeno, y necesitamos reemplazarlo. No es un anticonceptivo, es un tratamiento").
¿Y la segunda opinión?
Si después de hablar por teléfono con la ginecóloga original, su explicación no te convence o sigues sintiendo una desconfianza profunda, ENTONCES SÍ, debes de buscar una segunda opinión. Pero hazlo de la manera correcta: busca otro ginecólogo (idealmente uno con subespecialidad en endocrinología ginecológica o ginecología de adolescentes) y llévale TODOS los estudios (análisis de sangre, ultrasonidos) que la primera doctora le mandó a hacer a tu hija. Una segunda opinión profesional se basa en evidencia, no en un comentario de farmacia.
En resumen: No compres la pastilla hoy si estás asustada. Llama primero a la ginecóloga que sí conoce el caso. La opinión del médico especialista que tiene el expediente completo de tu hija siempre debe pesar infinitamente más que el comentario de un médico que solo opinó de pasada sin saber nada de ella
Lo que te pasó es, lamentablemente, más común de lo que parece. Vamos a analizar la situación para que puedas tomar la mejor decisión:
1. El conflicto: El Especialista vs. El Médico de Farmacia
Lo primero y más importante que debes entender es la diferencia de contexto:
La Ginecóloga (La Especialista): Ella SÍ revisó a tu hija, habló con ustedes, conoce su historial médico, y (lo más probable) vio análisis de sangre (perfiles hormonales) y/o un ultrasonido pélvico. Su decisión de recetar Progyluton está basada en un diagnóstico completo.
El Doctor de la Farmacia: Él NO conoce a tu hija, no ha visto sus estudios, no sabe su diagnóstico y no tiene idea de por qué la especialista eligió ese tratamiento. Su opinión es general, basada solo en el nombre del medicamento y la edad de la paciente.
2. ¿Por qué el doctor de la farmacia dijo eso? (Y por qué la ginecóloga lo recetó)
El doctor de la farmacia tiene cierta razón en algo: Progyluton no es un anticonceptivo común y no es la primera opción que se le da a la mayoría de las adolescentes para un problema simple como cólicos o acné.
PERO (y esto es lo crucial): La ginecóloga de tu hija seguramente no lo recetó como un simple anticonceptivo.
Progyluton es un tipo de Terapia de Reemplazo Hormonal secuencial (estrógeno primero, luego estrógeno con progestina). Se utiliza en adolescentes en casos muy específicos que un anticonceptivo común quizás no puede tratar, tales como:
Falla Ovárica Prematura (Insuficiencia Ovárica): Si los ovarios de tu hija no están produciendo las hormonas que deberían a su edad.
Hipogonadismo (deficiencia hormonal): Cuando el cuerpo simplemente no produce suficiente estrógeno por sí solo.
Ausencias de regla muy prolongadas (Amenorrea): Para "imitar" un ciclo hormonal natural y proteger sus huesos y su útero, algo que el cuerpo no está haciendo solo.
En estos casos, Progyluton se usa para reemplazar las hormonas que faltan y ayudar a su cuerpo a funcionar correctamente, no solo para regular la regla.
Mi recomendación: ¿Qué debes hacer ahora?
Tienes miedo, y tienes todo el derecho a tenerlo. No le des un medicamento a tu hija si no te sientes segura. Pero abandonar el tratamiento indicado por la especialista basándote en un comentario al aire tampoco es la solución.
Te recomiendo hacer lo siguiente, en este orden:
Confía en la especialista, pero pide una aclaración (¡Es tu derecho!): La confianza es la base de la relación médico-paciente. Lo primero que debes hacer mañana mismo es llamar al consultorio de la ginecóloga que la trató.
Explica lo sucedido: No tienes que ser confrontativa. Simplemente explica con calma tu temor: "Doctora, buenos días. Soy la mamá de [Nombre de tu hija]. Fui a comprar el Progyluton que le recetó y un doctor en la farmacia me comentó que esas pastillas no eran recomendables para una adolescente, y la verdad, ya me dio mucho miedo. ¿Podría por favor explicarme de nuevo por qué este es el medicamento correcto para mi hija y por qué es mejor que otras opciones?".
Escucha la explicación: Una buena doctora entenderá tu miedo perfectamente y no tendrá ningún problema en explicarte (por ejemplo: "Sí, se lo receté porque sus estudios muestran que no está produciendo estrógeno, y necesitamos reemplazarlo. No es un anticonceptivo, es un tratamiento").
¿Y la segunda opinión?
Si después de hablar por teléfono con la ginecóloga original, su explicación no te convence o sigues sintiendo una desconfianza profunda, ENTONCES SÍ, debes de buscar una segunda opinión. Pero hazlo de la manera correcta: busca otro ginecólogo (idealmente uno con subespecialidad en endocrinología ginecológica o ginecología de adolescentes) y llévale TODOS los estudios (análisis de sangre, ultrasonidos) que la primera doctora le mandó a hacer a tu hija. Una segunda opinión profesional se basa en evidencia, no en un comentario de farmacia.
En resumen: No compres la pastilla hoy si estás asustada. Llama primero a la ginecóloga que sí conoce el caso. La opinión del médico especialista que tiene el expediente completo de tu hija siempre debe pesar infinitamente más que el comentario de un médico que solo opinó de pasada sin saber nada de ella
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