Desde los 16 me da un dolor en el costado derecho del pecho que no me permite respirar correctamente

Buenos días, soy el Dr. Manuel Alejandro López Flores A La Torre, médico neumólogo. Gracias por contar tu caso con tanto detalle. Por la edad, el tiempo que llevas con el problema (desde los 16) y cómo aparece el dolor (costado derecho que “pincha”, empeora al respirar y a veces se irradia a cuello o abdomen, dura días y luego desaparece), lo más probable es que se trate de dolor de la pared torácica de origen musculoesquelético. Las causas más habituales en jóvenes son:

- Costocondritis / síndrome de Tietze (inflamación de las uniones costilla-esternón o costilla-cartílago).
- Neuralgia intercostal (irritación de un nervio intercostal; el dolor puede “correr” hacia el abdomen o la espalda).
- Síndrome de la costilla deslizante (hipermovilidad de las costillas inferiores que “atrapa” un nervio).
- Puntos gatillo miofasciales del cuello/pecho/espalda alta o problemas posturales.

Estas entidades son molestas pero benignas y pueden durar días por brotes, como describes. Suelen reproducirse al presionar zonas específicas del pecho, al girar el tronco o con ciertos movimientos.

¿Qué se tiene que hacer para confirmarlo?
- Exploración dirigida: palpación punto por punto de las articulaciones costales y trayectos intercostales; maniobras para costilla deslizante; valorar postura, cuello y columna torácica.
- Descartar banderas rojas: fiebre, pérdida de peso, dolor que despierta en la madrugada de forma intensa, dolor opresivo con ejercicio, desmayos, palpitaciones marcadas, tos con sangre, falta de aire importante. Si aparece algo de esto, se amplían estudios (ECG, Rx/eco, etc.).
- Si nunca te han hecho, ECG y radiografía de tórax de base sirven para quedarnos tranquilos.

Tratamiento práctico (cuando aparece el brote):
- Antiinflamatorio breve si lo toleras (ibuprofeno o naproxeno con protector gástrico y sin combinarlos entre sí).
- Calor local 15–20 min, 2–3 veces al día.
- Estiramientos suaves de pectorales, dorsal y cuello; respiraciones diafragmáticas lentas (ayudan a vencer el “dolor al respirar hondo”).
- Gel tópico antiinflamatorio o parche de lidocaína sobre el punto doloroso.
- Evitar unos días cargas, giros bruscos o posturas mantenidas.

Si los episodios son frecuentes o muy limitantes, suelen ayudar:
- Fisioterapia (liberación de puntos gatillo, corrección postural, movilidad torácica).

Resumen:

Por tu historia, lo más probable es una causa musculoesquelética y tiene tratamiento. Sugiero que acudas a una valoración presencial con algún especialista cercano a tí para localizar el origen exacto y con ello brinde un plan específico (analgésico breve, ejercicios específicos y prevención de recaídas).

Si en algún episodio notas dolor opresivo con esfuerzo, falta de aire marcada, desmayo, fiebre o tos con sangre, acude a urgencias.