Lic. José Grajales

Desde que nacemos estamos en
constante intercambio social principalmente con la familia, por lo que es
imposible considerar que somos seres aislados e independientes. Dependemos unos
de otros para sobrevivir y desarrollarnos emocional, social, física e intelectualmente,
son los otros quienes en gran medida nos ayudan a determinar nuestra identidad.
A pesar de que existen procesos y experiencias individuales en nuestra vida, no
podemos dejar de observar que vivimos dentro de un sistema social compartido e influyente.
 
Siendo el círculo familiar el
primer contacto social con el que contamos, sin embargo esta institución
tampoco existe de manera aislada sino se encuentra inmersa en un determinado
momento histórico- cultural, es por ello que la familia se modifica
constantemente con los cambios que enfrenta, sean estos sociales, políticos, económicos, religiosos,
etc.
 
La familia es considerada
en nuestra cultura como la institución más importante de la sociedad, siendo
ésta la responsable del desarrollo integral de sus miembros y promoviendo la
inserción de estos a la sociedad. Es por ello que durante muchos años distintas
disciplinas como la antropología, sociología, derecho y psicología entre otras
han tratado de comprender, explicar e influir en temas relacionados con la
familia.
 
Alrededor de los años
cincuenta, surge la terapia familiar dando una
explicación más profunda acerca del ser humano y de sus problemáticas,
tomando en cuenta al individuo en su contexto social y no solo en los procesos individuales como lo hacía la psicología tradicional. La terapia familiar considera que la
psicopatología reside en el funcionamiento e interacciones entre los miembros
que forman el sistema, por lo que el
problema es relacional.
 
Una de las principales
premisas de la terapia familiar sistémica es que al modificar la organización o
estructura familiar, consecuentemente impacta en la posición, perspectiva y experiencia de los miembros. A través de
diversos enfoques o modelos sistémicos se trata de brindar explicaciones
y soluciones a las dificultades que enfrentan los individuos y familias.  
Se ha demostrado con base en la evidencia que la terapia sistemica es una útil herramienta en el campo de la psicologia para atender no solo a familias, tambien son favorables los resultados en terapia de pareja e individual.