Padezco fascitis plantar y me infiltraron, el primer mes mejoré, pero a los dos meses apareció de nu
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Padezco fascitis plantar y me infiltraron, el primer mes mejoré, pero a los dos meses apareció de nuevo mucho dolor, también en todo el borde de la herradura del talón y se puso rojo e irritada. ¿Alguna idea de que me pueda estar pasando por favor?
Hola, sería de utilidad valorar la forma y los puntos de apoyo de tu pisada, se ha demostrado que hasta ahora el tratamiento mas efectivo para esta patología (Fascitis plantar) son los ejercicios de estiramiento de todo el mecanismo flexor del pie (con el que te paras de puntas) y en casos de difícil control, utilizar férulas nocturnas puede ser de beneficio, los procedimientos invasivos se dejan solo para casos recidivantes y muy dolorosos que no pueden controlarse con lo descrito anteriormente.
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Lo que describes es un cuadro típico de fascitis plantar crónica o recidivante, en el que la mejoría inicial tras la infiltración suele ser temporal si no se corrigen otros factores biomecánicos o si persiste la sobrecarga.
Sin embargo, el hecho de que el dolor reaparezca con mayor intensidad, acompañado de enrojecimiento, irritación e inflamación en la zona del talón, especialmente en forma de “herradura”, hace necesario considerar otras posibilidades:
Síndrome de atrapamiento de ramas del nervio tibial (como la rama calcánea medial o el nervio de Baxter).
Irritación o fibrosis secundaria a la infiltración, sobre todo si fue con corticoide.
Cambios en la almohadilla plantar o inflamación del tejido graso subcalcáneo.
Incluso una bursitis o inicio de infección leve si el enrojecimiento persiste.
En este punto, lo más adecuado sería:
Hacer una evaluación clínica detallada.
Realizar un ultrasonido o resonancia magnética del talón si los síntomas persisten o progresan.
Considerar un plan de rehabilitación estructurado y uso de plantillas específicas, si no se ha implementado.
Las infiltraciones repetidas no deben hacerse sin un diagnóstico preciso, ya que pueden dañar el tejido plantar si se aplican de forma reiterada o en una zona inflamada crónicamente.
Sin embargo, el hecho de que el dolor reaparezca con mayor intensidad, acompañado de enrojecimiento, irritación e inflamación en la zona del talón, especialmente en forma de “herradura”, hace necesario considerar otras posibilidades:
Síndrome de atrapamiento de ramas del nervio tibial (como la rama calcánea medial o el nervio de Baxter).
Irritación o fibrosis secundaria a la infiltración, sobre todo si fue con corticoide.
Cambios en la almohadilla plantar o inflamación del tejido graso subcalcáneo.
Incluso una bursitis o inicio de infección leve si el enrojecimiento persiste.
En este punto, lo más adecuado sería:
Hacer una evaluación clínica detallada.
Realizar un ultrasonido o resonancia magnética del talón si los síntomas persisten o progresan.
Considerar un plan de rehabilitación estructurado y uso de plantillas específicas, si no se ha implementado.
Las infiltraciones repetidas no deben hacerse sin un diagnóstico preciso, ya que pueden dañar el tejido plantar si se aplican de forma reiterada o en una zona inflamada crónicamente.
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