Me recetaron femisan, pero al aplicarme la crema me ardía y me daba picor, pero al tercer dia empezó
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Me recetaron femisan, pero al aplicarme la crema me ardía y me daba picor, pero al tercer dia empezó mi regla, pero la indicación del medicamento decía que no suspendiera y he seguido con el tratamiento pero me arde mucho cuanfo recien la aplico, esta bien?
Entiendo perfectamente lo incómodo que puede ser pasar por esta situación; la sensación de ardor o picor después de aplicar una crema vaginal como Femisan puede ser muy molesta y generar preocupación, sobre todo cuando ocurre en medio del periodo menstrual.
Lo primero que debes saber es que un leve ardor transitorio durante los primeros minutos de aplicación puede presentarse en algunas mujeres, especialmente si la mucosa vaginal está irritada o inflamada por la infección o si hay pequeñas fisuras en la piel. Sin embargo, si el ardor es intenso, persistente o empeora con cada aplicación, eso puede indicar que estás teniendo una reacción local de irritación o hipersensibilidad al producto. En ese caso, lo más prudente es suspender temporalmente el uso hasta que tu médico valore la zona y confirme si debes continuar o cambiar el tratamiento.
El hecho de que te haya llegado la menstruación complica un poco la tolerancia del medicamento. Durante el sangrado, el pH vaginal cambia y la mucosa está más sensible, lo que puede aumentar la irritación. Aunque en las indicaciones del producto se mencione que no se debe suspender el tratamiento durante la regla, en la práctica médica muchas veces se recomienda detener la aplicación si hay ardor intenso, dolor o molestias considerables, porque el tejido en esos días es más vulnerable y puede inflamarse más.
Por otra parte, si el ardor comenzó desde el primer día y no ha disminuido, es probable que no se trate solo de sensibilidad por el flujo menstrual, sino de una reacción a alguno de los componentes del medicamento (por ejemplo, al metronidazol, la nistatina o los excipientes). En ese caso, continuar podría empeorar la irritación e incluso alterar el equilibrio de la mucosa.
Mi recomendación sería suspender momentáneamente el tratamiento, mantener una adecuada higiene con un jabón íntimo neutro o solo con agua, y acudir a revisión ginecológica para valorar si la mucosa está inflamada o si hay signos de reacción local. A veces es necesario cambiar la presentación (por ejemplo, de crema a óvulo o cápsula vaginal) o modificar el medicamento según la tolerancia y el tipo de flora identificada.
Mientras tanto, evita el uso de protectores diarios, ropa ajustada o productos perfumados, ya que pueden agravar la irritación. Si el ardor disminuye al suspender el medicamento, eso será un dato importante para tu médico.
En resumen, si el ardor con Femisan es leve y pasajero, puedes continuar, pero si es intenso, se repite cada vez que lo aplicas o empeoró durante la menstruación, lo más adecuado es suspender el tratamiento y consultar para ajustar el manejo. El objetivo es aliviar la infección, no generar más molestia; por eso escuchar las señales de tu cuerpo siempre es lo correcto.
Lo primero que debes saber es que un leve ardor transitorio durante los primeros minutos de aplicación puede presentarse en algunas mujeres, especialmente si la mucosa vaginal está irritada o inflamada por la infección o si hay pequeñas fisuras en la piel. Sin embargo, si el ardor es intenso, persistente o empeora con cada aplicación, eso puede indicar que estás teniendo una reacción local de irritación o hipersensibilidad al producto. En ese caso, lo más prudente es suspender temporalmente el uso hasta que tu médico valore la zona y confirme si debes continuar o cambiar el tratamiento.
El hecho de que te haya llegado la menstruación complica un poco la tolerancia del medicamento. Durante el sangrado, el pH vaginal cambia y la mucosa está más sensible, lo que puede aumentar la irritación. Aunque en las indicaciones del producto se mencione que no se debe suspender el tratamiento durante la regla, en la práctica médica muchas veces se recomienda detener la aplicación si hay ardor intenso, dolor o molestias considerables, porque el tejido en esos días es más vulnerable y puede inflamarse más.
Por otra parte, si el ardor comenzó desde el primer día y no ha disminuido, es probable que no se trate solo de sensibilidad por el flujo menstrual, sino de una reacción a alguno de los componentes del medicamento (por ejemplo, al metronidazol, la nistatina o los excipientes). En ese caso, continuar podría empeorar la irritación e incluso alterar el equilibrio de la mucosa.
Mi recomendación sería suspender momentáneamente el tratamiento, mantener una adecuada higiene con un jabón íntimo neutro o solo con agua, y acudir a revisión ginecológica para valorar si la mucosa está inflamada o si hay signos de reacción local. A veces es necesario cambiar la presentación (por ejemplo, de crema a óvulo o cápsula vaginal) o modificar el medicamento según la tolerancia y el tipo de flora identificada.
Mientras tanto, evita el uso de protectores diarios, ropa ajustada o productos perfumados, ya que pueden agravar la irritación. Si el ardor disminuye al suspender el medicamento, eso será un dato importante para tu médico.
En resumen, si el ardor con Femisan es leve y pasajero, puedes continuar, pero si es intenso, se repite cada vez que lo aplicas o empeoró durante la menstruación, lo más adecuado es suspender el tratamiento y consultar para ajustar el manejo. El objetivo es aliviar la infección, no generar más molestia; por eso escuchar las señales de tu cuerpo siempre es lo correcto.
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