Hola vengo en busca de mucha ayuda la verdad Una persona muy cercana a mi .me dice cosas muy hirie
2
respuestas
Hola vengo en busca de mucha ayuda la verdad
Una persona muy cercana a mi .me dice cosas muy hirientes en verdad ya no hallo maneras de dialogar con ella de una manera pasiva .Siento y veo q he perdido el lugar de hija y. ella de madre la verdad ya no recuerdo su último abrazo o. su. último te quiero. Algunas de las frases que me suele decir mucho son
- Cada día me desencantas más
- Eres una mala hija
- Sinvergüenza
Y eso me duele mucho porque es mi madre
Pero no encuentro motivos algunos para su comportamiento así conmigo. Tengo 20 años y solo lloro en silencio
Me gustaría una solución para este problema
Una persona muy cercana a mi .me dice cosas muy hirientes en verdad ya no hallo maneras de dialogar con ella de una manera pasiva .Siento y veo q he perdido el lugar de hija y. ella de madre la verdad ya no recuerdo su último abrazo o. su. último te quiero. Algunas de las frases que me suele decir mucho son
- Cada día me desencantas más
- Eres una mala hija
- Sinvergüenza
Y eso me duele mucho porque es mi madre
Pero no encuentro motivos algunos para su comportamiento así conmigo. Tengo 20 años y solo lloro en silencio
Me gustaría una solución para este problema
acuda a psicoterapia para que le ayude a mejorar su autoestima y poder desengancharse y curar una relación cargada de rencores y malos sentimientos
Hola, antes que nada te agradezco que lo escribas así de claro; no es nada fácil admitir que algo tan importante como la relación con tu mamá te está doliendo tanto. Lo que cuentas —las frases que te dice, la sensación de que perdiste tu lugar de hija, no recordar el último abrazo o un “te quiero”— es profundamente doloroso, y es totalmente comprensible que a tus 20 años termines llorando en silencio y sintiéndote confundida. Que alguien te repita “cada día me desencantas más”, “eres una mala hija”, “sinvergüenza”, sobre todo viniendo de tu madre, no es una forma sana de relacionarse: son mensajes que lastiman tu autoestima, te hacen dudar de tu valor y te colocan en una posición de culpa constante, aunque tú no hayas hecho nada que justifique ese trato. Es importante que sepas algo muy claro: que ella hable así no significa que tú seas una mala hija, significa que ella, por las razones que tenga (su historia, su carácter, sus propias heridas o frustraciones), no está pudiendo tratarte con el respeto y el cariño que mereces. Eso no te hace responsable ni de sus palabras ni de su manera de manejar sus emociones.
La “solución” rara vez es sencilla, porque no puedes cambiar sola a otra persona ni obligarla a tratarte con amor; lo que sí puedes hacer, poco a poco, es fortalecer tus propios límites y tu manera de cuidarte. A veces ayuda empezar por poner en palabras, con calma y sin gritos, algo como: “Cuando me dices que soy una mala hija o que cada día te desencanto, me duele muchísimo y me hace sentir que no valgo nada; no quiero que me hables así”. Puede ser que lo reciba bien, puede que se enoje o lo niegue, pero poner un límite es también una forma de protegerte. También es muy valioso que tengas un espacio seguro para ti, con un profesional, donde puedas hablar sin miedo, trabajar todo lo que esto te ha hecho sentir, reconstruir tu autoestima y aprender a relacionarte desde un lugar menos culpable y más firme, incluso si tu mamá no cambia de inmediato. En algunos casos también se puede considerar terapia familiar, pero eso depende de que ella esté dispuesta a participar. Desde aquí no puedo darte una receta mágica ni juzgar a tu mamá, pero sí puedo decirte que lo que sientes tiene sentido y que no estás exagerando. Lo que estás viviendo merece ser atendido con seriedad y con cariño. Te recomendaría buscar apoyo psicológico o psiquiátrico para que no tengas que cargar sola con este dolor; en consulta podemos analizar con detalle tu situación, explorar opciones concretas para cuidarte mejor y, si lo deseas, pensar juntos en formas más saludables de manejar la relación con tu mamá sin perderte a ti en el intento.
La “solución” rara vez es sencilla, porque no puedes cambiar sola a otra persona ni obligarla a tratarte con amor; lo que sí puedes hacer, poco a poco, es fortalecer tus propios límites y tu manera de cuidarte. A veces ayuda empezar por poner en palabras, con calma y sin gritos, algo como: “Cuando me dices que soy una mala hija o que cada día te desencanto, me duele muchísimo y me hace sentir que no valgo nada; no quiero que me hables así”. Puede ser que lo reciba bien, puede que se enoje o lo niegue, pero poner un límite es también una forma de protegerte. También es muy valioso que tengas un espacio seguro para ti, con un profesional, donde puedas hablar sin miedo, trabajar todo lo que esto te ha hecho sentir, reconstruir tu autoestima y aprender a relacionarte desde un lugar menos culpable y más firme, incluso si tu mamá no cambia de inmediato. En algunos casos también se puede considerar terapia familiar, pero eso depende de que ella esté dispuesta a participar. Desde aquí no puedo darte una receta mágica ni juzgar a tu mamá, pero sí puedo decirte que lo que sientes tiene sentido y que no estás exagerando. Lo que estás viviendo merece ser atendido con seriedad y con cariño. Te recomendaría buscar apoyo psicológico o psiquiátrico para que no tengas que cargar sola con este dolor; en consulta podemos analizar con detalle tu situación, explorar opciones concretas para cuidarte mejor y, si lo deseas, pensar juntos en formas más saludables de manejar la relación con tu mamá sin perderte a ti en el intento.
¿No has encontrado la respuesta que necesitabas? ¡Envía tu pregunta!
Todos los contenidos publicados en Doctoralia, especialmente preguntas y respuestas, son de carácter informativo y en ningún caso deben considerarse un sustituto de un asesoramiento médico.