Hola, llevo cerca de un mes tomando quetiapina 12.5 mg por la noche y paroxetina una pastilla comple
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Hola, llevo cerca de un mes tomando quetiapina 12.5 mg por la noche y paroxetina una pastilla completa por las mañanas como parte de un tratamiento por TAG. Actualmente me siento mucho mejor que cuando empecé a usarlo, el detalle es que, he tenido pensamientos intrusivos. Hablé con mi psiquiatra y me dice que es efecto de la medicina y que deberían desaparecer con el tiempo. Sólo busco una segunda opinión. ¿Me pueden dar su perspectiva sobre esta situación? Me genera un tanto de angustia tener estos pensamientos, por lo que me gustaría tener claridad respecto a sus causas. Gracias.
Buenas tardes, gracias por compartir cómo se ha sentido.
En general, cuando una persona con ansiedad inicia o ajusta medicamentos como la paroxetina, es relativamente común que durante las primeras semanas aparezcan fenómenos como mayor rumiación, pensamientos intrusivos o una sensación de inquietud mental. No significa que el medicamento esté “provocando” ideas nuevas, sino que, mientras el cerebro se adapta, puede haber fluctuaciones en la forma en que procesa la ansiedad. Estos síntomas suelen ser transitorios y tienden a disminuir conforme el tratamiento se estabiliza.
La quetiapina en dosis bajas suele ayudar al sueño y a la regulación emocional, y la paroxetina es efectiva para el TAG, pero cada organismo tiene su propio ritmo de adaptación. Lo importante es valorar si estos pensamientos han ido disminuyendo, si son solo intrusivos o si han cambiado en intensidad o contenido. Si están apareciendo dentro del mismo tono ansioso y no vienen acompañados de pérdida de control o cambios bruscos en su conducta, suelen corresponder al curso normal de la mejoría.
Si los pensamientos siguen generando angustia, es útil monitorear en qué momentos ocurren y si están relacionados con tensión, cansancio o estrés del día. Esa información orienta mucho sobre su origen. Si tiene más dudas, con gusto las podemos resolver. Quedo a sus órdenes para cualquier información o apoyo que necesite.
Alejandro Ríos, Médico Psiquiatra.
En general, cuando una persona con ansiedad inicia o ajusta medicamentos como la paroxetina, es relativamente común que durante las primeras semanas aparezcan fenómenos como mayor rumiación, pensamientos intrusivos o una sensación de inquietud mental. No significa que el medicamento esté “provocando” ideas nuevas, sino que, mientras el cerebro se adapta, puede haber fluctuaciones en la forma en que procesa la ansiedad. Estos síntomas suelen ser transitorios y tienden a disminuir conforme el tratamiento se estabiliza.
La quetiapina en dosis bajas suele ayudar al sueño y a la regulación emocional, y la paroxetina es efectiva para el TAG, pero cada organismo tiene su propio ritmo de adaptación. Lo importante es valorar si estos pensamientos han ido disminuyendo, si son solo intrusivos o si han cambiado en intensidad o contenido. Si están apareciendo dentro del mismo tono ansioso y no vienen acompañados de pérdida de control o cambios bruscos en su conducta, suelen corresponder al curso normal de la mejoría.
Si los pensamientos siguen generando angustia, es útil monitorear en qué momentos ocurren y si están relacionados con tensión, cansancio o estrés del día. Esa información orienta mucho sobre su origen. Si tiene más dudas, con gusto las podemos resolver. Quedo a sus órdenes para cualquier información o apoyo que necesite.
Alejandro Ríos, Médico Psiquiatra.
Es muy entendible que estos pensamientos intrusivos te angustien, sobre todo ahora que en general te sientes mejor con la quetiapina y la paroxetina. Los pensamientos intrusivos no suelen significar que “te estés volviendo loco” ni que quieras lo que piensas: en muchos casos forman parte del propio cuadro de ansiedad/TOC o aparecen más claramente cuando la ansiedad empieza a bajar y la mente deja de estar tan ocupada con otros síntomas. La paroxetina, como otros ISRS, puede al inicio mover un poco la ansiedad y la intensidad de las ideas antes de estabilizarla, y una dosis baja de quetiapina como la que tomas actúa más como sedante que como causa directa de este tipo de pensamientos; en muchos pacientes, con el paso de las semanas se van haciendo menos frecuentes y menos molestos, sobre todo si se trabaja en terapia cómo relacionarse con ellos (no luchar contra ellos, no darles tanto peso). Lo importante es vigilar que sigan siendo pensamientos egodistónicos (te resultan extraños, no van con tu forma de ser) y que no vengan acompañados de un claro empeoramiento del ánimo o de impulsos de hacerte daño; si eso pasa, hay que avisar de inmediato. Te recomiendo seguir en contacto con tu psiquiatra y considerar psicoterapia cognitivo-conductual específica para pensamientos intrusivos, y así tener una estrategia clara para manejarlos mientras el tratamiento termina de hacer efecto; con gusto puedo ayudarte en consulta presencial u online a revisar tu caso y darte herramientas más concretas para manejarlos.
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